Las Pymes y la importancia del flujo de caja
Aun cuando un negocio sea rentable, puede tener problemas graves e incluso fatales, si es que crece más allá de sus capacidades. Las buenas oportunidades de negocios pueden dañarse irreparablemente con una mala administración de los activos y pasivos de corto plazo de las empresas. Es por ello que, todo empresario serio, debe tener un control minucioso de su flujo de caja.
Porque el objetivo clave de la administración del capital del trabajo, es evitar quedarse sin efectivo, comprender cómo se maneja bien el dinero, requiere un conocimiento del ciclo del capital de trabajo.
Lo cual deben tenerlo bien en claro desde el primer día de funcionamiento de la empresa.
A veces no le dan demasiada importancia a la administración del efectivo, porque se cree tener otros asuntos más importantes en mente. Lo cual es un error muy serio.
Otras veces creer que cuanto más dinero parezca estar entrando que saliendo del negocio, la empresa, está obteniendo rentabilidad y, por lo tanto, no le dan mucha importancia a la administración de la caja. Esta actitud irresponsable lo hace vulnerable a toda clase de peligros en su flujo de dinero.
Es imperativo que las pequeñas Pymes manejen su efectivo con tanto cuidado, como manejan los ingresos, gastos y las utilidades. De lo contrario se pueden encontrar en situación de insolvencia, aunque muestren buenas utilidades en los libros contables. Muchos negocios fracasan por falta de efectivo, que por falta de utilidades.
La trampa del crecimiento
Cuando una empresa tiene un rápido crecimiento en su volumen de ventas, su contabilidad va a reflejar también simultáneamente mayores utilidades. Sin embargo, este proceso positivo, puede ser peligroso para el manejo del efectivo.
Porque el crecimiento rápido tiende a absorber el efectivo existente, con mayor rapidez, de lo que se puede generar como utilidades adicionales.
Esto sucede así:
El stock de mercaderías debe aumentarse, con el incremento del volumen de las ventas. Lo cual implica que se debe gastar más dinero, para ello o para materias primas y otros insumos. También debe ampliarse las cuentas por cobrar, por la misma razón (ventas).
En esta situación, es evidente que un negocio en crecimiento y rentable, puede encontrarse muy pronto en aprietos financieros en crecimiento y con utilidades a cobrar, pero en quiebra con los bancos.
Este problema del crecimiento es más agudo en las pequeñas Pymes, quienes tienen más dificultades para obtener fondos.
Es por eso que se debe manejar el flujo de caja con mucho cuidado.
Por todas estas razones, todas las empresas, incluidas las pequeñas, deben tener un presupuesto de efectivo, para administrar los flujos de caja, el cual se ocupa específicamente del dinero recibido y pagado; muy diferente a los Estados Contables.
Con este presupuesto, un empresario puede predecir y planear los flujos de efectivo de su negocio; evitando problemas de dinero cuanto éste escasea, o para anticipar oportunidades de inversión de corto plazo, si se dispone de un excedente del mismo.
Fuente ProPyme